Pues la respuesta es NO, este experimento fue realizado, en el laboratorio de ciencias de la Universidad de Cuautitlan Izcalli (UCI) y sus resultados no fueron satisfactorios, puesto que si producia una muy pequeña energia y se bajaba muy rapida.
sábado, 14 de marzo de 2009
¿A quién no le gustan las papas? Además de ser una gran fuente de energía debido a la gran cantidad de carbohidratos que aportan, la papa también puede producir suficiente energía para hacer funcionar objetos que requieren una corriente eléctrica de bajo voltaje.
¿Pero realmente se puede generar suficiente energia para poder encender un reloj?
Pues la respuesta es NO, este experimento fue realizado, en el laboratorio de ciencias de la Universidad de Cuautitlan Izcalli (UCI) y sus resultados no fueron satisfactorios, puesto que si producia una muy pequeña energia y se bajaba muy rapida.
Pues la respuesta es NO, este experimento fue realizado, en el laboratorio de ciencias de la Universidad de Cuautitlan Izcalli (UCI) y sus resultados no fueron satisfactorios, puesto que si producia una muy pequeña energia y se bajaba muy rapida.
WoOW...El imán...!!

En el interior de un trozo de acero hay un gran numero de regiones imantadas, llamadas dominios, que normalmente están revueltas sin orden, de modo que sus efectos se contrarrestan y el acero no esta imantado. Cuando los dominios se orientan en una misma dirección, el acero se imanta y el extremo hacia el que señalan los polos norte de los dominios se convierte en polo norte del imán.
Magnetismo en la tierra

El campo magnético de la Tierra también está sufriendo otro tipo de cambios: las agujas de las brújulas en África, por ejemplo, oscilan casi un grado por década. Un titular típico: "¿Está muriendo el campo magnético terrestre?"
Probablemente no.
Algunas veces el campo se invierte por completo. El polo norte y el sur intercambian sus puestos. El software que han creado calienta el núcleo interno, removiendo el océano metálico que flota sobre él, y después calculan el campo magnético resultante.
Los resultados reflejan lo que realmente ocurre en la Tierra: el campo magnético crece y decrece, los polos se mueven, y ocasionalmente se alternan. La fuente del campo, el núcleo exterior está, de por si, furiosa, arremolinada y turbulenta. "Ahí abajo está el caos", apunta Glatzmaier. Los cambios que detectamos en la superficie del planeta son un signo de ese caos interior. El polo sur magnético podría emerger en África, por ejemplo, o el polo norte podría surgir en Tahití.
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