
En el interior de un trozo de acero hay un gran numero de regiones imantadas, llamadas dominios, que normalmente están revueltas sin orden, de modo que sus efectos se contrarrestan y el acero no esta imantado. Cuando los dominios se orientan en una misma dirección, el acero se imanta y el extremo hacia el que señalan los polos norte de los dominios se convierte en polo norte del imán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario